Viernes 11 de marzo de 2022
Tema: Las dos puntas Artista: Antonio Tormo
Y ya estamos instalados en el Valle del Conlara, Partido de Chabacucho, en el Gran Cortaderas. O también como se la conoce "la Suiza Argentina" a los pies de "los Alpes Argentos" que vienen a ser las Sierras Comechingones.
Valga aclarar de dónde viene el nombre. En estas zonas vivían al menos dos pueblos: los hênîa y los kâmîare. Comechingones les decían los sanavirones, que vivían en la zona que hoy es Santiago del Estero. Lo gracioso es como la forma políticamente correcta de relatar la historia hoy es dar a entender que estos pueblos son los "originarios". O sea antes de ellos, no había nadie. No había nadie que quién hoy se sepa algo, porque los primeros humanos llegaron a Sud América lo hicieron entre 15.000 y 30.000 años atrás. Sí, esa es la brecha de estimación que hay hoy. Unos 150 siglos.
Entonces, sin tener pruebas para demostrarlo porque no quedó nada, simplemente conociendo la historia del ser humano es más que seguro, segurísimo, que los hênîa y los kâmîare habían echado a patadas, en este caso a lanzazos y cascotazos a los que estaban antes. Que a su vez le habían fumado el lugar a unos que estaban antes!!! Y todo ésto los comechingones estaban a las patadas (cascotazos mejor dicho) con los sanavirones! Que de este lado del río es mío, que lo tuyo llega hasta aquella piedra redonda no hasta esa piedra puntiaguda...
La historia se ha repetido hasta el cansancio. La relativa paz solo duraba hasta que un pueblo se hacía más poderoso que otro, necesitaba espacio vital. Me atrevo a usar la palabra "lebensraum" porque describe exactamente la necesidad que existía (hoy nos estamos extinguiendo y nos lo merecemos) de cada pueblo de ocupar espacio, tierras, agua... o sea todo lo que tenía, o le parecía que tenía, el vecino. Vikingos, egipcios, romanos, ingleses, tártaros, hunos, chinos, mongoles. Nada nuevo bajo el sol.
Pero en el mundo políticamente woke correcto de idealismo anacrónico, siempre lo que hace cierto grupo de gente (son relativamente pocos pero gritan más fuerte) es por razones propias que pueden ser económicas (vivir siendo dirigente de una ONG que defiende derechos de pueblos originarios es un currito nada despreciable), culturales (le tengo bronca a los ..... (llene la línea de puntos) así que los acuso de oprimir a los...... (ya conoce el sistema) y me saco de encima todas mis frustraciones de vida gris que no produjo nada encontrando ofensas, ataques y el sumun de la idiotez woke snowflake que es la "apropacion cultural) Como si el ser humano no hubiera evolucionado justamente durante 400 siglos en base a que un grupo aprendía y tomaba cosas del de al lado. Antes o después de invadirlo y prender fuego todo, tampoco vamos a abandonar tan preciadas tradiciones.
El asunto es que cuando llegaron los españoles, encontraron en estas sierras este rejunte de pueblos seminómades que se cambiaban de lugar todo el tiempo y tampoco tenían TAN claro quién era quién. Obvio, todavía no habían llegado hasta acá los Incas que ponían todo en orden. Habitualmente separando a sus pueblos conquistados en a) gente ordenada y feliz de ser parte del Imperio y que mandaban todos los años los impuestos y b) montoncitos de huesos secándose al sol. ¿O Uds pensaban que los Incas construyeron su imperio en base a la Pacha Mama, al amor a la naturaleza, a los pajaritos y las florcitas??? Preguntale a los Quilmes. Que tampoco queda ninguno pero esos fueron los españoles. Los Incas se cansaron de pelearles a los Quilmes y los dejaron de lado para atenderlos en mejor ocasión.
Valga aclarar que cuando llegan a estos lares los malvados invasores españoles a perturbar la vida idílica de los "originarios", se encontraron con que los sanavirones estaban en plena expansión, en plena conquista de todo esto. Y de ellos tomaron un término que es la combinación de "kami" (serranía), "chin" o "hin" (pueblos) y la pluralización quechua "gon". O sea en forma muy práctica los sanavirones llamaban a la ZONA "serranía donde hay varios pueblos". Los españoles tampoco tenían muchas ganas de perder tiempo mientras a su vez ordenaban a la gente en a) gente ordenada y feliz de ser parte del Imperio Español, pagar impuestos y secundariamente ser católicos y b) otros montoncitos de huesos secándose al sol. ¿Ven que el revisionismo ideológico anacrónico no tiene el MENOR sentido???
Uno imaginaría que acá se escucha mucho folklore. Pero en verdad la mayoría de lo que se escucha es ... cumbia bajandoelculitomovemoymovemohaciendolamanoporqueloguachoquieren... punchi punchi. Algo de folklore hay, pero cada vez menos. Camino a la extinción.
Entonces nosotros vamos a recordar un hermoso tema del folklore argentino, que es de la zona de Cuyo. Esta zona incluye las provincias de Mendoza, San Luis y San Juan que comparten muchas características de economía y cultura. Como no le importa demasiado a nadie, sin ofender, habitualmente se incluye también en la Región a La Rioja porque en algún lado hay que ponerla.
Durante el siglo XIX gran cantidad de vacunos que se criaban semisalvajes eran vendidos a Chile, donde se los procesaba para comercializar la carne y los cueros en toda la costa del Pacífico. En la Patagonia la mayoría de estos vacunos eran robados por los "originarios" mapuches y llevados a Chile hasta que injustamente lo ca*aron a tiros y no los dejaron seguir viviendo de su tradicional actividad abigea; y en Cuyo eran llevados en enormes arreos organizados por empresas en su mayoría británicas por razones obvias: tenían intereses en ambos lados de la cordillera.
La vida del arriero era tremendamente dura. En verdad se vivían 8 meses al año en el campo. 6 meses arreando para el oeste y 2 meses volviendo si es que el arriero tomaba todas las oportunidades. Solo se interrumpía cuando los pasos de los Andes se bloqueaban por la nieve. Se dormía donde se hacía la noche y había agua (para las vacas por supuesto, no para los arrieros), se comía siempre lo mismo (charqui o sea carne salada y alguna verdura que se conseguía en el camino) y el trabajo era brutal. Pero como todas estas cosas, había gente que se enganchaba en esa vida y luego se transformó en un oficio familiar, de generaciones de arrieros.
Muchas historias hay sobre el tema que al arriero se le pagaba en Chile. Entonces había toda una estructura para sacarle la plata allá: prostitutas, adornos, ropas y por sobre todo... vino. Entonces el tema era si el arriero tenía familia en Argentina. ¿Volvía? ¿Como explicaba que se había ido 3 meses y volvía sin un cobre? Sobre esta base hay toda una cultura de canciones, cuentos, chistes, y también tragedias.
Justamente hay una hermosa cueca, estilo musical de esta zona, que habla de esa vida. La zamba y la cueca, junto con la marinera que no es una forma que se usa habitualmente en Argentina, son muy similares y sus diferencias fundamentales están en la forma de las preguntas y respuestas de la letra así como en la forma de bailarlas. Pero hay zambacueca también, así que se complica.
Como una de las tantas canciones que hoy no se podrían escribir, la canción habla del amor de un arriero por su trabajo, por los caminos que recorre, por los paisajes que visita... y por los amores que lo esperan. Uno en cada punta. Se imaginan hoy en día tratar de escribir algo así con los vociferantes colectivos eternamente ofendidos y agraviados...
Pero por suerte la cueca es de 1946 cuando todavía se podía crear con libertad. Con letra de Osvaldo V. Rocha y musica de Carlos M. Ocampo. Obviamente uno está tentado a copartir la hermosa versión de Los Chalchaleros (son una pasión) u otra muy famosa que es de los Arribeños. Pero decidimos compartir la versión original que se presentó en 1946 en la voz de Antonio Tormo y su orquesta.
Valga aclarar de dónde viene el nombre. En estas zonas vivían al menos dos pueblos: los hênîa y los kâmîare. Comechingones les decían los sanavirones, que vivían en la zona que hoy es Santiago del Estero. Lo gracioso es como la forma políticamente correcta de relatar la historia hoy es dar a entender que estos pueblos son los "originarios". O sea antes de ellos, no había nadie. No había nadie que quién hoy se sepa algo, porque los primeros humanos llegaron a Sud América lo hicieron entre 15.000 y 30.000 años atrás. Sí, esa es la brecha de estimación que hay hoy. Unos 150 siglos.
Entonces, sin tener pruebas para demostrarlo porque no quedó nada, simplemente conociendo la historia del ser humano es más que seguro, segurísimo, que los hênîa y los kâmîare habían echado a patadas, en este caso a lanzazos y cascotazos a los que estaban antes. Que a su vez le habían fumado el lugar a unos que estaban antes!!! Y todo ésto los comechingones estaban a las patadas (cascotazos mejor dicho) con los sanavirones! Que de este lado del río es mío, que lo tuyo llega hasta aquella piedra redonda no hasta esa piedra puntiaguda...
La historia se ha repetido hasta el cansancio. La relativa paz solo duraba hasta que un pueblo se hacía más poderoso que otro, necesitaba espacio vital. Me atrevo a usar la palabra "lebensraum" porque describe exactamente la necesidad que existía (hoy nos estamos extinguiendo y nos lo merecemos) de cada pueblo de ocupar espacio, tierras, agua... o sea todo lo que tenía, o le parecía que tenía, el vecino. Vikingos, egipcios, romanos, ingleses, tártaros, hunos, chinos, mongoles. Nada nuevo bajo el sol.
Pero en el mundo políticamente woke correcto de idealismo anacrónico, siempre lo que hace cierto grupo de gente (son relativamente pocos pero gritan más fuerte) es por razones propias que pueden ser económicas (vivir siendo dirigente de una ONG que defiende derechos de pueblos originarios es un currito nada despreciable), culturales (le tengo bronca a los ..... (llene la línea de puntos) así que los acuso de oprimir a los...... (ya conoce el sistema) y me saco de encima todas mis frustraciones de vida gris que no produjo nada encontrando ofensas, ataques y el sumun de la idiotez woke snowflake que es la "apropacion cultural) Como si el ser humano no hubiera evolucionado justamente durante 400 siglos en base a que un grupo aprendía y tomaba cosas del de al lado. Antes o después de invadirlo y prender fuego todo, tampoco vamos a abandonar tan preciadas tradiciones.
El asunto es que cuando llegaron los españoles, encontraron en estas sierras este rejunte de pueblos seminómades que se cambiaban de lugar todo el tiempo y tampoco tenían TAN claro quién era quién. Obvio, todavía no habían llegado hasta acá los Incas que ponían todo en orden. Habitualmente separando a sus pueblos conquistados en a) gente ordenada y feliz de ser parte del Imperio y que mandaban todos los años los impuestos y b) montoncitos de huesos secándose al sol. ¿O Uds pensaban que los Incas construyeron su imperio en base a la Pacha Mama, al amor a la naturaleza, a los pajaritos y las florcitas??? Preguntale a los Quilmes. Que tampoco queda ninguno pero esos fueron los españoles. Los Incas se cansaron de pelearles a los Quilmes y los dejaron de lado para atenderlos en mejor ocasión.
Valga aclarar que cuando llegan a estos lares los malvados invasores españoles a perturbar la vida idílica de los "originarios", se encontraron con que los sanavirones estaban en plena expansión, en plena conquista de todo esto. Y de ellos tomaron un término que es la combinación de "kami" (serranía), "chin" o "hin" (pueblos) y la pluralización quechua "gon". O sea en forma muy práctica los sanavirones llamaban a la ZONA "serranía donde hay varios pueblos". Los españoles tampoco tenían muchas ganas de perder tiempo mientras a su vez ordenaban a la gente en a) gente ordenada y feliz de ser parte del Imperio Español, pagar impuestos y secundariamente ser católicos y b) otros montoncitos de huesos secándose al sol. ¿Ven que el revisionismo ideológico anacrónico no tiene el MENOR sentido???
Uno imaginaría que acá se escucha mucho folklore. Pero en verdad la mayoría de lo que se escucha es ... cumbia bajandoelculitomovemoymovemohaciendolamanoporqueloguachoquieren... punchi punchi. Algo de folklore hay, pero cada vez menos. Camino a la extinción.
Entonces nosotros vamos a recordar un hermoso tema del folklore argentino, que es de la zona de Cuyo. Esta zona incluye las provincias de Mendoza, San Luis y San Juan que comparten muchas características de economía y cultura. Como no le importa demasiado a nadie, sin ofender, habitualmente se incluye también en la Región a La Rioja porque en algún lado hay que ponerla.
Durante el siglo XIX gran cantidad de vacunos que se criaban semisalvajes eran vendidos a Chile, donde se los procesaba para comercializar la carne y los cueros en toda la costa del Pacífico. En la Patagonia la mayoría de estos vacunos eran robados por los "originarios" mapuches y llevados a Chile hasta que injustamente lo ca*aron a tiros y no los dejaron seguir viviendo de su tradicional actividad abigea; y en Cuyo eran llevados en enormes arreos organizados por empresas en su mayoría británicas por razones obvias: tenían intereses en ambos lados de la cordillera.
La vida del arriero era tremendamente dura. En verdad se vivían 8 meses al año en el campo. 6 meses arreando para el oeste y 2 meses volviendo si es que el arriero tomaba todas las oportunidades. Solo se interrumpía cuando los pasos de los Andes se bloqueaban por la nieve. Se dormía donde se hacía la noche y había agua (para las vacas por supuesto, no para los arrieros), se comía siempre lo mismo (charqui o sea carne salada y alguna verdura que se conseguía en el camino) y el trabajo era brutal. Pero como todas estas cosas, había gente que se enganchaba en esa vida y luego se transformó en un oficio familiar, de generaciones de arrieros.
Muchas historias hay sobre el tema que al arriero se le pagaba en Chile. Entonces había toda una estructura para sacarle la plata allá: prostitutas, adornos, ropas y por sobre todo... vino. Entonces el tema era si el arriero tenía familia en Argentina. ¿Volvía? ¿Como explicaba que se había ido 3 meses y volvía sin un cobre? Sobre esta base hay toda una cultura de canciones, cuentos, chistes, y también tragedias.
Justamente hay una hermosa cueca, estilo musical de esta zona, que habla de esa vida. La zamba y la cueca, junto con la marinera que no es una forma que se usa habitualmente en Argentina, son muy similares y sus diferencias fundamentales están en la forma de las preguntas y respuestas de la letra así como en la forma de bailarlas. Pero hay zambacueca también, así que se complica.
Como una de las tantas canciones que hoy no se podrían escribir, la canción habla del amor de un arriero por su trabajo, por los caminos que recorre, por los paisajes que visita... y por los amores que lo esperan. Uno en cada punta. Se imaginan hoy en día tratar de escribir algo así con los vociferantes colectivos eternamente ofendidos y agraviados...
Pero por suerte la cueca es de 1946 cuando todavía se podía crear con libertad. Con letra de Osvaldo V. Rocha y musica de Carlos M. Ocampo. Obviamente uno está tentado a copartir la hermosa versión de Los Chalchaleros (son una pasión) u otra muy famosa que es de los Arribeños. Pero decidimos compartir la versión original que se presentó en 1946 en la voz de Antonio Tormo y su orquesta.
Desde este lugar donde tanta paz se respira (valga el lugar común) les deseamos esa misma paz no solo a los que están sufriendo hoy en toda la zona de Ucrania sino a todos Ustedes. Esperamos que les guste.
Paz. Cueca. Out.
WEG
Erratas de fe: como aclaró muy bien nuestro seguidor Atilio "el cuervo lamentable" D, la serie se llama "Better Call Saul" no "Just Call Saul". Nunca aprendemos de nuestros aciertos, solo de nuestros errores.
Paz. Cueca. Out.
WEG
Erratas de fe: como aclaró muy bien nuestro seguidor Atilio "el cuervo lamentable" D, la serie se llama "Better Call Saul" no "Just Call Saul". Nunca aprendemos de nuestros aciertos, solo de nuestros errores.