Viernes 1 de Marzo de 2013
Tema: Adagio de Spartacus Artista: Andre Rieu
Y el viernes pintó de
clásico. Lo cual nos llevó a pensar que cuando alguien dice “A mí no me gusta
la música clásica” hay que preguntarle (o preguntarse):
¿No te gustan las sinfonías o la ópera, o los valses, o la música de cámara, o el canto gregoriano, o el barroco? ¿No te gusta Gerschwin o el blues & rithm? Porque hoy ya se considera música clásica a temas compuestos en los 40s y 50s, y hay temas de Queen que son tocados por las orquestas sinfónicas.
En la humilde opinión del que escribe, negar algo así como el 85% de la música trascendente (o sea la que se recuerda más allá de 2 años de escrita) es no dejarse lugar para que el espíritu crezca. Es un gusto adquirido, hay que probar, escuchar, y no está nada mal que te guste Wagner y no Brahms, que te guste Puccini y no Verdi. Si no te gusta Mozart… yunque, una soga y el río más cercano. Pero eso es una opinión.
Hoy les dejamos un adagio, por supuesto interpretado por André Rieu. No, no jugaba de delantero en la selección de Italia. Adagio simplemente quiere decir “lento”. Y este es parte del ballet “Espartacus” de Aram Khachaturian. Como todos los compositores Aramcito se tomó ciertas libertades con la realidad histórica e imaginó que la esposa de Spartacus se llamaba Phrygia, que los romanos la habían separado de él para usarla en una orgía (¡!), y que él logró liberarla. Históricamente solo se sabe que un autor mencionó que la esposa de Spartacus fue esclavizada con él, sin mencionar siquiera su nombre.
Por suerte imaginó todo esto, porque en base a esto imaginó una pieza musical donde dos amantes se reúnen cuando parecía que la vida los había separado para siempre. Cierto, para entender esta música hay que saber qué está pasando. El tema es un crescendo desde un inicio melódico y suave hasta un finale majestuoso. Hay pasajes que recuerdan que están robando estos minutos a la guerra, a la violencia, pero que al fin, están juntos. El retorno de la melodía al final simboliza justamente eso. Que reunido con el ser querido, el amor hace olvidar el pasado y el futuro.
Trivia: este tema fue usado en dos de las películas de “La edad del hielo”, además de ser un tema favorito para rutinas de danza sobre hielo y gimnásticas por razones obvias.
Espero que a alguno al menos le quede una duda en el futuro antes de enfáticamente decir “no me gusta la música clásica”. Algo se habrá logrado.
Peace. Love. Out.
WEG
¿No te gustan las sinfonías o la ópera, o los valses, o la música de cámara, o el canto gregoriano, o el barroco? ¿No te gusta Gerschwin o el blues & rithm? Porque hoy ya se considera música clásica a temas compuestos en los 40s y 50s, y hay temas de Queen que son tocados por las orquestas sinfónicas.
En la humilde opinión del que escribe, negar algo así como el 85% de la música trascendente (o sea la que se recuerda más allá de 2 años de escrita) es no dejarse lugar para que el espíritu crezca. Es un gusto adquirido, hay que probar, escuchar, y no está nada mal que te guste Wagner y no Brahms, que te guste Puccini y no Verdi. Si no te gusta Mozart… yunque, una soga y el río más cercano. Pero eso es una opinión.
Hoy les dejamos un adagio, por supuesto interpretado por André Rieu. No, no jugaba de delantero en la selección de Italia. Adagio simplemente quiere decir “lento”. Y este es parte del ballet “Espartacus” de Aram Khachaturian. Como todos los compositores Aramcito se tomó ciertas libertades con la realidad histórica e imaginó que la esposa de Spartacus se llamaba Phrygia, que los romanos la habían separado de él para usarla en una orgía (¡!), y que él logró liberarla. Históricamente solo se sabe que un autor mencionó que la esposa de Spartacus fue esclavizada con él, sin mencionar siquiera su nombre.
Por suerte imaginó todo esto, porque en base a esto imaginó una pieza musical donde dos amantes se reúnen cuando parecía que la vida los había separado para siempre. Cierto, para entender esta música hay que saber qué está pasando. El tema es un crescendo desde un inicio melódico y suave hasta un finale majestuoso. Hay pasajes que recuerdan que están robando estos minutos a la guerra, a la violencia, pero que al fin, están juntos. El retorno de la melodía al final simboliza justamente eso. Que reunido con el ser querido, el amor hace olvidar el pasado y el futuro.
Trivia: este tema fue usado en dos de las películas de “La edad del hielo”, además de ser un tema favorito para rutinas de danza sobre hielo y gimnásticas por razones obvias.
Espero que a alguno al menos le quede una duda en el futuro antes de enfáticamente decir “no me gusta la música clásica”. Algo se habrá logrado.
Peace. Love. Out.
WEG