Viernes 20 de septiembre de 2019
Tema: Isadora Artista: Maurice Jarre
Y tenemos planeado un exposé que sabemos (justamente) expone a la desaparición de este Es viernes. Incluyendo la desaparición física de su autor. Y es analizar, con nuestra habitual diplomacia y sensibilidad, el tema de la novísima práctica de escrachar a autores y cantantes de “temas machistas”. Siendo que es cierto que hay canciones despreciables, repugnantes y aún peor (temas de Arjona y los tangos de Julio Iglesias), cuando hay grupúsculos que se consideran con el derecho de decir “este acá no toca” o “si va tal al teatro lo prendemos fuego” esto cambia de tenor.
Pero ante el riesgo de los antemencionados escraches no queremos arriesgar la desaparición del Es viernes sin cumplir con una promesa. Si seguimos hasta cumplir con todas las promesas incumplidas tenemos hasta agosto del 2041, pero al menos una. Valga recordar que nunca prometimos ni calidad, ni inteligencia, ni coherencia.
En nuestro viernes del 16 de agosto próximo pasado (nadie usa más ese término tan erudito) prometimos hablar de Isadora. Si no lo leyeron está en: http://www.esviernes.com.ar/16082019.html
Isadora Duncan (1877 o 1878? – 1927) fue una bailarina (norte)Americana considerada la creadora del baile moderno. Bailó desde niña, pero nunca encontró en los modelos de la época una forma de expresión que le permitiera expresarse como quería. Así que viajó por el mundo inventando su propia forma de danzar.
Así pasó por Londres, París, toda Europa, se fue a Rusia para ser comunista pero (surprise surprise) desencantada con el paraíso comunista de los 20s se volvió a USA. Pregonaba una forma de baile descontracturada, sin grandes saltos y ni proezas físicas, inspirada en la antigua Grecia (como ella pensaba que era, no creo que se inspirara en como vivían los esclavos o como se trataba a las mujeres, APC a full), en el mar, en su convicción que el baile debe nacer del cuerpo, no el cuerpo seguir al baile.
Fundó escuelas de baile por toda Europa, de donde prácticamente salieron las bailarinas que llevarían el baile moderno a todo el mundo.
Hizo TODO lo posible por armar kil*mbo por donde fuera respecto a las convenciones de su época: bailaba en una “túnica griega” (otras vez según lo que se pensaba en esa época que era una túnica griega) o si se le cantaba desnuda, era bisexual, atea, comunista y madre soltera (2 veces con dos padres distintos) y una larga lista de romances y amantes. Si la vamos a hacer, la hacemos bien.
Justamente la trágica muerte de sus dos hijas junto con su niñera en un accidente automovilístico cayó en profunda depresión, de la cual intentó salir teniendo otro hijo con el escultor Romano Romanelli (quién?) pero aún peor el bebé murió a los pocos meses de nacido. Para fines de los 20s Isadora había dejado de ser “transgresora artística” para ser una “mediática” hablando con términos actuales. Era más seguida por sus escándalos que por su arte, estaba quebrada, sus escuelas habían cerrado casi todas (luego de parir una generación de bailarinas que iban a cambiar la danza para siempre) y vivía de lo que le pasaban sus admiradores y amigos. Hasta estaban intentando que escribiera una autobiografía para pagar las cuentas.
Y justamente hablando de autos, el 14 de septiembre de 1927 salió a dar un paseo con un piloto de carrera francés, Benoit Falchetto, en un Amilcar CGSS:
Pero ante el riesgo de los antemencionados escraches no queremos arriesgar la desaparición del Es viernes sin cumplir con una promesa. Si seguimos hasta cumplir con todas las promesas incumplidas tenemos hasta agosto del 2041, pero al menos una. Valga recordar que nunca prometimos ni calidad, ni inteligencia, ni coherencia.
En nuestro viernes del 16 de agosto próximo pasado (nadie usa más ese término tan erudito) prometimos hablar de Isadora. Si no lo leyeron está en: http://www.esviernes.com.ar/16082019.html
Isadora Duncan (1877 o 1878? – 1927) fue una bailarina (norte)Americana considerada la creadora del baile moderno. Bailó desde niña, pero nunca encontró en los modelos de la época una forma de expresión que le permitiera expresarse como quería. Así que viajó por el mundo inventando su propia forma de danzar.
Así pasó por Londres, París, toda Europa, se fue a Rusia para ser comunista pero (surprise surprise) desencantada con el paraíso comunista de los 20s se volvió a USA. Pregonaba una forma de baile descontracturada, sin grandes saltos y ni proezas físicas, inspirada en la antigua Grecia (como ella pensaba que era, no creo que se inspirara en como vivían los esclavos o como se trataba a las mujeres, APC a full), en el mar, en su convicción que el baile debe nacer del cuerpo, no el cuerpo seguir al baile.
Fundó escuelas de baile por toda Europa, de donde prácticamente salieron las bailarinas que llevarían el baile moderno a todo el mundo.
Hizo TODO lo posible por armar kil*mbo por donde fuera respecto a las convenciones de su época: bailaba en una “túnica griega” (otras vez según lo que se pensaba en esa época que era una túnica griega) o si se le cantaba desnuda, era bisexual, atea, comunista y madre soltera (2 veces con dos padres distintos) y una larga lista de romances y amantes. Si la vamos a hacer, la hacemos bien.
Justamente la trágica muerte de sus dos hijas junto con su niñera en un accidente automovilístico cayó en profunda depresión, de la cual intentó salir teniendo otro hijo con el escultor Romano Romanelli (quién?) pero aún peor el bebé murió a los pocos meses de nacido. Para fines de los 20s Isadora había dejado de ser “transgresora artística” para ser una “mediática” hablando con términos actuales. Era más seguida por sus escándalos que por su arte, estaba quebrada, sus escuelas habían cerrado casi todas (luego de parir una generación de bailarinas que iban a cambiar la danza para siempre) y vivía de lo que le pasaban sus admiradores y amigos. Hasta estaban intentando que escribiera una autobiografía para pagar las cuentas.
Y justamente hablando de autos, el 14 de septiembre de 1927 salió a dar un paseo con un piloto de carrera francés, Benoit Falchetto, en un Amilcar CGSS:
Le habían dicho que hacía frío así que se puso una bufanda. Una laaarga bufanda de seda creada por el artista ruso Roman Gregory Chatov. Un consejo: no mezclen bufandas largas con autos con las ruedas descubiertas. Y un dato: en medicina se llama “Síndrome Isadora Duncan” a la muerte o heridas causadas por bufandas, corbatas, pañuelos al cuello que se enredan en maquinaria.
La vida de Isadora fue revivida por la película homónima de 1968 con Vanessa Redgrave (nominada al Oscar a Mejor Actriz), James Fox y Jason Robards. Siendo esta la película que el autor vió en el Cine Municipal Olavarría allá por 1968. O mejor dicho lo que vi fue la escena final asegurando así a mis futuros terapeutas un par de sesiones adicionales.
La música original, excelente por cierto, es de ese genio de la música de películas que fue Maurice Jarre. Este viernes les dejamos justamente el tema “Isadora” por la orquesta de Maurice Jarre.
Peace. Scarf. Out.
WEG
La vida de Isadora fue revivida por la película homónima de 1968 con Vanessa Redgrave (nominada al Oscar a Mejor Actriz), James Fox y Jason Robards. Siendo esta la película que el autor vió en el Cine Municipal Olavarría allá por 1968. O mejor dicho lo que vi fue la escena final asegurando así a mis futuros terapeutas un par de sesiones adicionales.
La música original, excelente por cierto, es de ese genio de la música de películas que fue Maurice Jarre. Este viernes les dejamos justamente el tema “Isadora” por la orquesta de Maurice Jarre.
Peace. Scarf. Out.
WEG