Viernes 28 de Diciembre de 2012
Tema: Matariki Artista: Teina Moetara & Karina Blyth
Y es el último viernes de año! Tratemos de evitar la exageración del “que este año sea mejor”. Finalmente, cada día que terminaste vivo y entero (o con la mayoría de tu físico entero al menos) fue el mejor. No hay que vivir siempre deseando que vengan tiempos mejores. Carpe diem, my dear friends.
Por ello, y muy originalmente, hoy les dejamos una contribución de nuestro asesor José Remera Negra, aka Jorge T, y otros alias que están en la base de Interpol.
Se dice que los hijos de padres separados pueden ser problemáticos. Esto no es algo nuevo.
Parece ser que hace un tiempo, el dios de los vientos Tawhirimatea se enojó mal cuando sus hermanos forzaron la separación del padre cielo, Ranginui, y la madre tierra, Papatuanuku. Y es bien sabido que los dioses, cuando se chivan, no se andan con chiquitas. Claro que como los dioses maoríes no son tan jodidos como los griegos, en vez de ponerse a apachurrar mortales, lo que hizo Tawhirimatea fue patearles el trasero (el c++o. Nota de la redacción) a sus hermanos, para después arrancarse los ojos, siete de ellos, y arrojarlos a los cielos.
No se preocupen, no le dolió porque era un dios.
Y como suele ocurrir con los ojos de los dioses cuando los tiran al firmamento, los de Tawhirimatea se convirtieron en estrellas, y los maoríes las bautizaron Matariki, ya sea por "mata riki", pequeños ojos, o por "mata ariki", ojos de dios. Nosotros las conocemos como Las Pléyades, y los japoneses como Subaru. De hecho, en el logo de Subaru aparecen seis de las estrellas.
Pero Matariki es más copado.
Matariki fue siempre de gran importancia para los maoríes como guía para la navegación - no nos olvidemos de que los polinesios son un seafaring pueblo (me rehúso a traducir seafaring) - además de que indicaba cómo venían las estaciones: si se veía borrosa, iba a hacer frío y se posponía la siembra. Y como Matariki asciende desde el horizonte una vez al año, la aparición de estas estrellas también iniciaba el Año Nuevo maorí, que se festejaba durante todo un mes.
Para los maoríes era un tiempo de honrar a los seres queridos que se fueron, evaluar el año que pasó, y planear para el futuro. Parecido a nosotros no? Por eso es irrelevante que Matariki aparezca a fines de mayo o principio de junio. Año nuevo es año nuevo.
Durante mucho tiempo, debido a la predominancia de los festejos europeos, el de Matariki cayó en desuso. Fue reflotado hace algo más de 10 años, como parte de la revaloración de la cultura maorí en Nueva Zelandia y aledaños. (Vamos por la reivindicación de la cultura Maorí en Sud América, no puede ser peor que la pachamamesca! N.d.r.)
En 2011 salió el álbum Miharo - He Kohikohinga Waiata Maori, un potpourri de temas y estilos, entre los cuales está, justamente, Matariki, interpretado por Teina Moetara (es un chabón) y Karina Blyth. Los solos no son algo que digan guau, pero zafan. Lo de los polinesios es, definitivamente, los coros. Ok, sacando a Kiri te Kanawa, que es alta solista.
Lamentablemente no pude conseguir la letra ni la traducción, pero estos temas del Pacífico no se escuchan ni con los oídos ni en el cerebro, sino en el plexo solar. Y la segunda vez siempre suenan mejor.
Así que, sin más, desde Aotearoa (Nueva Zelandia), entre musculosos taanes tatuados y gráciles wahines de faldas ondulantes – hay para todos los gustos – les dejamos Matariki.
Ngā mihi o te Tau Hou!
Feliz Año Nuevo!
Peace. Love. Out.
WEG & JMT
Por ello, y muy originalmente, hoy les dejamos una contribución de nuestro asesor José Remera Negra, aka Jorge T, y otros alias que están en la base de Interpol.
Se dice que los hijos de padres separados pueden ser problemáticos. Esto no es algo nuevo.
Parece ser que hace un tiempo, el dios de los vientos Tawhirimatea se enojó mal cuando sus hermanos forzaron la separación del padre cielo, Ranginui, y la madre tierra, Papatuanuku. Y es bien sabido que los dioses, cuando se chivan, no se andan con chiquitas. Claro que como los dioses maoríes no son tan jodidos como los griegos, en vez de ponerse a apachurrar mortales, lo que hizo Tawhirimatea fue patearles el trasero (el c++o. Nota de la redacción) a sus hermanos, para después arrancarse los ojos, siete de ellos, y arrojarlos a los cielos.
No se preocupen, no le dolió porque era un dios.
Y como suele ocurrir con los ojos de los dioses cuando los tiran al firmamento, los de Tawhirimatea se convirtieron en estrellas, y los maoríes las bautizaron Matariki, ya sea por "mata riki", pequeños ojos, o por "mata ariki", ojos de dios. Nosotros las conocemos como Las Pléyades, y los japoneses como Subaru. De hecho, en el logo de Subaru aparecen seis de las estrellas.
Pero Matariki es más copado.
Matariki fue siempre de gran importancia para los maoríes como guía para la navegación - no nos olvidemos de que los polinesios son un seafaring pueblo (me rehúso a traducir seafaring) - además de que indicaba cómo venían las estaciones: si se veía borrosa, iba a hacer frío y se posponía la siembra. Y como Matariki asciende desde el horizonte una vez al año, la aparición de estas estrellas también iniciaba el Año Nuevo maorí, que se festejaba durante todo un mes.
Para los maoríes era un tiempo de honrar a los seres queridos que se fueron, evaluar el año que pasó, y planear para el futuro. Parecido a nosotros no? Por eso es irrelevante que Matariki aparezca a fines de mayo o principio de junio. Año nuevo es año nuevo.
Durante mucho tiempo, debido a la predominancia de los festejos europeos, el de Matariki cayó en desuso. Fue reflotado hace algo más de 10 años, como parte de la revaloración de la cultura maorí en Nueva Zelandia y aledaños. (Vamos por la reivindicación de la cultura Maorí en Sud América, no puede ser peor que la pachamamesca! N.d.r.)
En 2011 salió el álbum Miharo - He Kohikohinga Waiata Maori, un potpourri de temas y estilos, entre los cuales está, justamente, Matariki, interpretado por Teina Moetara (es un chabón) y Karina Blyth. Los solos no son algo que digan guau, pero zafan. Lo de los polinesios es, definitivamente, los coros. Ok, sacando a Kiri te Kanawa, que es alta solista.
Lamentablemente no pude conseguir la letra ni la traducción, pero estos temas del Pacífico no se escuchan ni con los oídos ni en el cerebro, sino en el plexo solar. Y la segunda vez siempre suenan mejor.
Así que, sin más, desde Aotearoa (Nueva Zelandia), entre musculosos taanes tatuados y gráciles wahines de faldas ondulantes – hay para todos los gustos – les dejamos Matariki.
Ngā mihi o te Tau Hou!
Feliz Año Nuevo!
Peace. Love. Out.
WEG & JMT