Viernes 30 de Marzo de 2012
Tema: Libre Artista: Nino Bravo

Y uno se siente un poquito más libre que al principio de la semana. Igual, bastante menos libre que hace años, y menos libre de lo que seguramente seremos algún día en el futuro.
Pero parafraseando a un gobernador que hace parecer a Reinfeld (el personaje de la novela Drácula de Bram Stoker) como un heroico pensador independiente “Con los libros no se jode”.
Para los que no se enteraron, el Gobierno quiere protegernos de los peligrosísimos libros que vienen del exterior porque la tinta tiene muchísimo plomo. Entonces, como nos mojamos los deditos para pasar las hojas nos puede agarrar saturnismo. Así defendió la nueva norma Juan Carlos Sacco, de la Unión Industrial Argentina. Lo cual califica al bueno de Juanca ya como la alfombrita de alambre que se ponía antes debajo de los felpudos…
Porque impedir el acceso de una persona a un libro, es cortarle es espíritu. No vamos a discutir que más importante es comer, más importante es que no te maten al entrar a tu casa, más importante es que tengas trabajo. Un libro es un compañero silencioso, al último baluarte del egoísmo humano en una sociedad demandante.
El libro lo podés leer cuando quieras, aunque no tengas tiempo. Podés enfrascarte en la lectura y olvidar tu realidad, o distraerte en sus letras mientras disfrutás de tu realidad. Podés releerlo, olvidarlo, dejarlo, retomarlo, criticarlo y tal vez, muy pocas veces, amarlo. Porque hay libros que uno ama. Y uno puede decir que uno ama “Starship Troopers” de Heinlein, o la serie de libros de Shardlake, o los libros de Bernard Cornwell. O que amaba los libros de Turtledove pero ahora ya no. Porque los amores se mueren, y si uno puede dejar de amar a una persona igualmente podemos olvidar un libro (los perros y los caballos están fuera de esta ecuación).
Y al que quiera comprar libros argentinos como deber patriótico, sintiendo su pecho henchido de fervor patriótico porque dicen “Printed in Argentina”, bravo. Bravo! Pero dejame a mi comprar mis libros de la Saxon Saga, porque Uthred es un chabón remalo, y queremos saber que maldad planea ahora.
Y la música… Me pregunto si Ricardo Moreno y Juan Carlos Sacco saben quién fue Peter Fechter. No creo que lo sepan, ni que le interese. Peter Fechter murió a los 18 años intentando cruzar el Muro de Berlín. Herido, agonizó durante horas a la vista de guardias de ambos lados como “ejemplo” para que otros no lo intentaran. Una vez muerto, los guardias de la República Democrática Alemana recuperaron su cuerpo y hoy un memorial en lo que era el muro lo recuerda.
¿Exagero al comparar una prohibición para que entren los libros de Amazon, y una muerte en el Muro de Berlín? Sí. Y ustedes todos sabrán disculparme. Porque poner un muro entre la gente y los libros, es peor que matarlos a tiros. Porque es el mismo razonamiento, solo cambian los métodos. Matar el alma y matar el cuerpo, es solo un tema de orden.
Nino Bravo recordó a Fechter con un tema. Seguramente muchos lo conocen y no sabían en homenaje a quién se escribió. Hoy es viernes, y yo me siento un poco más Libre.
Peace. Freedom. Out.
WEG
Pero parafraseando a un gobernador que hace parecer a Reinfeld (el personaje de la novela Drácula de Bram Stoker) como un heroico pensador independiente “Con los libros no se jode”.
Para los que no se enteraron, el Gobierno quiere protegernos de los peligrosísimos libros que vienen del exterior porque la tinta tiene muchísimo plomo. Entonces, como nos mojamos los deditos para pasar las hojas nos puede agarrar saturnismo. Así defendió la nueva norma Juan Carlos Sacco, de la Unión Industrial Argentina. Lo cual califica al bueno de Juanca ya como la alfombrita de alambre que se ponía antes debajo de los felpudos…
Porque impedir el acceso de una persona a un libro, es cortarle es espíritu. No vamos a discutir que más importante es comer, más importante es que no te maten al entrar a tu casa, más importante es que tengas trabajo. Un libro es un compañero silencioso, al último baluarte del egoísmo humano en una sociedad demandante.
El libro lo podés leer cuando quieras, aunque no tengas tiempo. Podés enfrascarte en la lectura y olvidar tu realidad, o distraerte en sus letras mientras disfrutás de tu realidad. Podés releerlo, olvidarlo, dejarlo, retomarlo, criticarlo y tal vez, muy pocas veces, amarlo. Porque hay libros que uno ama. Y uno puede decir que uno ama “Starship Troopers” de Heinlein, o la serie de libros de Shardlake, o los libros de Bernard Cornwell. O que amaba los libros de Turtledove pero ahora ya no. Porque los amores se mueren, y si uno puede dejar de amar a una persona igualmente podemos olvidar un libro (los perros y los caballos están fuera de esta ecuación).
Y al que quiera comprar libros argentinos como deber patriótico, sintiendo su pecho henchido de fervor patriótico porque dicen “Printed in Argentina”, bravo. Bravo! Pero dejame a mi comprar mis libros de la Saxon Saga, porque Uthred es un chabón remalo, y queremos saber que maldad planea ahora.
Y la música… Me pregunto si Ricardo Moreno y Juan Carlos Sacco saben quién fue Peter Fechter. No creo que lo sepan, ni que le interese. Peter Fechter murió a los 18 años intentando cruzar el Muro de Berlín. Herido, agonizó durante horas a la vista de guardias de ambos lados como “ejemplo” para que otros no lo intentaran. Una vez muerto, los guardias de la República Democrática Alemana recuperaron su cuerpo y hoy un memorial en lo que era el muro lo recuerda.
¿Exagero al comparar una prohibición para que entren los libros de Amazon, y una muerte en el Muro de Berlín? Sí. Y ustedes todos sabrán disculparme. Porque poner un muro entre la gente y los libros, es peor que matarlos a tiros. Porque es el mismo razonamiento, solo cambian los métodos. Matar el alma y matar el cuerpo, es solo un tema de orden.
Nino Bravo recordó a Fechter con un tema. Seguramente muchos lo conocen y no sabían en homenaje a quién se escribió. Hoy es viernes, y yo me siento un poco más Libre.
Peace. Freedom. Out.
WEG
Solicitada de "Es Viernes..."
Ante algunas expresiones de estupor, nos vemos obligados a confirmar nuestra afirmación:
La Nación, Miércoles 28 de marzo de 2012 | 10:27
La nueva normativa para importar libros y cualquier material gráfico tiene su justificación: el cuidado de la salud humana. Por lo menos, así lo justificó hoy el vicepresidente tercero de la Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Sacco, quien advirtió que puede ser peligroso "manosear" un libro que contenga cantidades de plomo superiores al 0,05 y 0,06 por ciento.
En una entrevista radial, Sacco negó tajantemente que en la Argentina se prohíba importar libros, pese a que la nueva disposición de la secretaría de Comercio Interior genere demoras para recibir material gráfico comprado en el exterior.
Con la nueva normativa, cada comprador debe chequear en la aduana del aeropuerto de Ezeiza que la tinta de las publicaciones no contenga cantidades de plomo superiores al 0,05 y 0,06 por ciento en su composición química.
"La resolución 453 es de carácter ambiental", expresó Sacco en diálogo con radio 10, y explicó que puede ser "peligroso" si se manipula un libro con mayor cantidad de plomo permitido. "Uno manosea el libro. Y posiblemente ponga el dedito en la lengua para cambiar la hoja. Esto es una medida seria", afirmó el industrial ante una consulta del periodista Marcelo Longobardi.
Sacco negó que se trabe la importación de productos gráficos. "No hay en ningún lugar de la reglamentación alguna más mínima prohibición para traer libros de afuera", aseguró, y agregó que la norma también tiene la intención de promover la producción en el país de libros
No nos hacemos partícipes de algunas recomendaciones recibidas de adonde debería poner el dedito el Sr. Sacco. Probablemente ya lo haga.
Y fe de erratas, es Guillermo Moreno. Es una vergüenza para todos los Guillermos. Acto fallido.
WEG
Ante algunas expresiones de estupor, nos vemos obligados a confirmar nuestra afirmación:
La Nación, Miércoles 28 de marzo de 2012 | 10:27
La nueva normativa para importar libros y cualquier material gráfico tiene su justificación: el cuidado de la salud humana. Por lo menos, así lo justificó hoy el vicepresidente tercero de la Unión Industrial Argentina, Juan Carlos Sacco, quien advirtió que puede ser peligroso "manosear" un libro que contenga cantidades de plomo superiores al 0,05 y 0,06 por ciento.
En una entrevista radial, Sacco negó tajantemente que en la Argentina se prohíba importar libros, pese a que la nueva disposición de la secretaría de Comercio Interior genere demoras para recibir material gráfico comprado en el exterior.
Con la nueva normativa, cada comprador debe chequear en la aduana del aeropuerto de Ezeiza que la tinta de las publicaciones no contenga cantidades de plomo superiores al 0,05 y 0,06 por ciento en su composición química.
"La resolución 453 es de carácter ambiental", expresó Sacco en diálogo con radio 10, y explicó que puede ser "peligroso" si se manipula un libro con mayor cantidad de plomo permitido. "Uno manosea el libro. Y posiblemente ponga el dedito en la lengua para cambiar la hoja. Esto es una medida seria", afirmó el industrial ante una consulta del periodista Marcelo Longobardi.
Sacco negó que se trabe la importación de productos gráficos. "No hay en ningún lugar de la reglamentación alguna más mínima prohibición para traer libros de afuera", aseguró, y agregó que la norma también tiene la intención de promover la producción en el país de libros
No nos hacemos partícipes de algunas recomendaciones recibidas de adonde debería poner el dedito el Sr. Sacco. Probablemente ya lo haga.
Y fe de erratas, es Guillermo Moreno. Es una vergüenza para todos los Guillermos. Acto fallido.
WEG