Viernes 27 de Mayo de 2011
Tema: Tomorrow belongs to me Artista: Mark Lambert
Y vale la
pena recordar Cabaret. No, no el club de fútbol ubicado a las orillas del
Riachuelo. La película. Para algunos de nosotros la obra cumbre de Bob Fosse.
Seguramente a muchos les gustará más All that Jazz, pero es cuestión de
estilos. Además ATJ tiene toda la carga de los mensajes respecto a la vida y la
muerte de un hombre que ya estaba por averiguar cómo es ese tema en persona…
La película es de 1972, con una excepcional Liza Minelli. Realmente parece que el personaje lo hubieran escrito para ella. De Liza se dijo una vez que su boca siempre ríe y sus ojos siempre lloran. Algún día tenemos que hablar de Judy Garland, no?
Algunos datitos de Cabaret:
De las múltiples canciones… ufa, un día tenemos que hablar de “Cabaret” y de “Maybe this time”… elegimos “Tomorrow belongs to me”. Para los que no vieron la película (imperdonable) la escena tiene lugar en un Beer Garden de la campiña alemana. Estamos en 1931 en la República de Weimar, ubiquen que está pasando. Un adolescente rubio y muy teutón se pone de pié y empieza a cantar una dulce canción que habla del bosque, de ríos y de ciervos corriendo. Pero el tema va tomando cada vez más un corte marcial, se unen las voces de otros parroquianos y el final es una típica marcha militar donde la frase “mañana me pertenece” toma un tinte más siniestro. En la película el único que no se une al himno es un viejo, el cual seguramente ya pasó la I Guerra Mundial y se ve venir el tsunami de nuevo.
¿Se acuerdan del tema de la semana pasada? El chico en la película no es el que canta. Hace lip sinch para el verdadero cantante que no quiso teñirse el pelo de rubio. El instrumento que empieza acompañando es un acordeón a piano, típico de la música de centro Europa.
La letra está muy bien pensada pues el nacionalsocialismo ponía un gran énfasis en la pureza de los ambientes campestres, la naturaleza y la vuelta a los valores que la ciudad había hecho perder al hombre. Definía un tipo de vida campestre idílica donde los valores de familia, patria y líder eran preservados para su difusión a la inevitable vida urbana que se veía corrompida por factores negativos como el comunismo, la religión, la homosexualidad, la ciencia no aplicada, el psicoanálisis. En fin, todo lo que no fuera nacionalsocialismo. Ruego no hacer paralelos locales.
Esta canción es un tema muy admirado por los neonazis que lo ponen en sus videos y en sus sites. Detalle, un nacionalsocialista jamás se llama a sí mismo “Nazi”. Es un insulto. Se llamaban nacionalsocialistas (en alemán es aún más largo), o decían que eran del NSDAP (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei) o directamente “del Partido”. Es muy bizarro en las películas escuchar a nacionalsocialistas llamándose a sí mismos “Nazis”. Pero si es no es muy inteligente, tampoco lo es creer que esta bella canción es nazi. Fue compuesta en los 60s, para el musical original, por Fred Ebb y John Kander. Ambos judíos.
Love. Peace.
WEG
PD: al final de la grabación se escucha claramente cuando un americano (Michael York como Brian Roberts) le dice a un alemán aristocrático (Helmut Griem como Maximilian von Heune) “You still think you can control them ?” refiriéndose a los nazis. La cámara corta al Kit Kat club donde Joel Grey como el maestro de ceremonias con una mueca parece estar contestando silenciosamente esa pregunta. Un momento cumbre del cine.
La película es de 1972, con una excepcional Liza Minelli. Realmente parece que el personaje lo hubieran escrito para ella. De Liza se dijo una vez que su boca siempre ríe y sus ojos siempre lloran. Algún día tenemos que hablar de Judy Garland, no?
Algunos datitos de Cabaret:
- Es un musical puro, por ello las canciones no avanzan el guión sino que son complementos. Esa es la diferencia con una ópera. Hay obras que son un mix.
- En Argentina, por supuesto, fueron cortadas varias partes por la censura. Y además, en cumplimiento con una ley existente aún, le pusieron un nombre en español: “Adiós Berlín”. Malo, pero no tanto como “Der boote”, que en inglés se tradujo como “The boat” y que acá se llamó “U-52 submarino al ataque”… Otra película de la cual tendríamos que hablar un día.
- Se basa en un musical de Broadway, que a su vez viene de dos novelas de 1945.
- La escena del baile de las sillas, con la canción “Mein Herr”, es considerada un standard del musical. No es raro que se use para tomar examen, o hacer audiencias, porque combina canto, con ritmo, con tap, con actuación. Veanlo en Youtube si pueden.
De las múltiples canciones… ufa, un día tenemos que hablar de “Cabaret” y de “Maybe this time”… elegimos “Tomorrow belongs to me”. Para los que no vieron la película (imperdonable) la escena tiene lugar en un Beer Garden de la campiña alemana. Estamos en 1931 en la República de Weimar, ubiquen que está pasando. Un adolescente rubio y muy teutón se pone de pié y empieza a cantar una dulce canción que habla del bosque, de ríos y de ciervos corriendo. Pero el tema va tomando cada vez más un corte marcial, se unen las voces de otros parroquianos y el final es una típica marcha militar donde la frase “mañana me pertenece” toma un tinte más siniestro. En la película el único que no se une al himno es un viejo, el cual seguramente ya pasó la I Guerra Mundial y se ve venir el tsunami de nuevo.
¿Se acuerdan del tema de la semana pasada? El chico en la película no es el que canta. Hace lip sinch para el verdadero cantante que no quiso teñirse el pelo de rubio. El instrumento que empieza acompañando es un acordeón a piano, típico de la música de centro Europa.
La letra está muy bien pensada pues el nacionalsocialismo ponía un gran énfasis en la pureza de los ambientes campestres, la naturaleza y la vuelta a los valores que la ciudad había hecho perder al hombre. Definía un tipo de vida campestre idílica donde los valores de familia, patria y líder eran preservados para su difusión a la inevitable vida urbana que se veía corrompida por factores negativos como el comunismo, la religión, la homosexualidad, la ciencia no aplicada, el psicoanálisis. En fin, todo lo que no fuera nacionalsocialismo. Ruego no hacer paralelos locales.
Esta canción es un tema muy admirado por los neonazis que lo ponen en sus videos y en sus sites. Detalle, un nacionalsocialista jamás se llama a sí mismo “Nazi”. Es un insulto. Se llamaban nacionalsocialistas (en alemán es aún más largo), o decían que eran del NSDAP (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei) o directamente “del Partido”. Es muy bizarro en las películas escuchar a nacionalsocialistas llamándose a sí mismos “Nazis”. Pero si es no es muy inteligente, tampoco lo es creer que esta bella canción es nazi. Fue compuesta en los 60s, para el musical original, por Fred Ebb y John Kander. Ambos judíos.
Love. Peace.
WEG
PD: al final de la grabación se escucha claramente cuando un americano (Michael York como Brian Roberts) le dice a un alemán aristocrático (Helmut Griem como Maximilian von Heune) “You still think you can control them ?” refiriéndose a los nazis. La cámara corta al Kit Kat club donde Joel Grey como el maestro de ceremonias con una mueca parece estar contestando silenciosamente esa pregunta. Un momento cumbre del cine.