Viernes 12 de Septiembre de 2014
Tema: Bye bye blues Artista: Oscar Alemán
Y gratamente nos enteramos que está apareciendo un libro que redescubre a uno de los más grandes artistas de la historia. Que, oh sorpresa, era argentino.
Oscar Alemán nació en Chaco el 20 de febrero de 1909. Su familia era muy pobre, y se dedicaban todos a la música. La madre era pianista, y el padre tocaba la guitarra en conjuntos folklóricos.
Muy jovencito Oscar se unió a la banda familiar, que buscando fama y fortuna viajó a Buenos Aires. Tocaron en el entonces Parque Japonés (estrenado en 1911 en Libertador y Callao donde luego estuvo el Ital Park, actual Parque Tays) y en el Luna Park.
Empezaron un tour por Brasil, que terminó en tragedia. La madre murió y el padre se suicidó dejando a sus hijos perdidos en Brasil. Oscar se empezó a ganar la vida tocando la guitarra y bailando en la ciudad de Santos. Cuando pudo se compró una guitarra y formó un dueto con el músico Gastón Bueno Lobo. El famoso comediante Pablo Palitos los trajo a Buenos Aires, donde Oscar conoció el tango y lo agregó a su repertorio. Tocó con Agustín Magaldi, Carlos Gardel y Enrique Santos Discépolo.
Pero un momento crucial en su vida fue cuando en 1929 el trío que habían formado viaja a Europa. Termina en París contratado por… Josephine Baker (¡!) para dirigir su banda The Baker Boys.
Allí conoció al que es considerado el competidor, con Alemán, del título de más grande guitarrista de jazz de la historia, Django Reinhardt. Ya hablaremos de él. Los dos se hicieron amigos, tocaban juntos, y Alemán se metió de lleno en el jazz que en esos años estaba haciendo furor en el mundo. ¿Gente con la que tocó? Eddie Lang, Louis Armstrong, Duke Ellington (de quien también se hizo amigo). La diversión se terminó en 1939 cuando los alemanes invadieron Francia. Huyendo de la II Guerra Mundial, Alemán volvió a Argentina.
Acá continuó tocando, formó bandas pero de a poco su fama se fue opacando. Tuvo un revival en 1972, pero también se ganó la vida dando clases de guitarra. Aparecía en la televisión, en los programas “de interés general”. En su show hacía cosas como seguir tocando con la mano derecha mientras con la izquierda se arreglaba el moñito, cambiar en el medio de la melodía a tocar con la zurda, tocar con la guitarra en la espalda… en fin era como que la guitarra era parte de él. Showman, siempre con una enorme humildad a pesar de haber tocado con los monstruos mundiales no solo del jazz sino de la música. Viendo tanto piojo revivido en la TV uno se acuerda de la famosa frase del autodidacta autóctono Teto Medina, “En Argentina no queda más farándula”.
Murió en relativo olvido en Buenos Aires en 1980 a los 71 años. Aquí formó pareja con la actriz Carmen Vallejos, con quien tuvo una hija. Sin embargo, su apellido fue tomado como parte del nombre artístico de otra hija de Vallejos de un matrimonio anterior, Selva Alemán. Hoy una nieta de Oscar, Jorgelina Alemán, sigue la tradición familiar del jazz.
Cuenta la leyenda que cuando Frank Sinatra vino a la Argentina en 1981, por el único músico argentino que preguntó fue justamente por Oscar Alemán.
Les dejamos un temazo de jazz de 1930, Bye Bye Blues. La grabación es de 1943, con Oscar Alemán (guitarra), Dario Quaglia (guitarra); Guillermo Oliva (violín); Anders Alvarez (bajo); Ramon Caravaca (batería).
Peace. Jazz. Out
WEG
Oscar Alemán nació en Chaco el 20 de febrero de 1909. Su familia era muy pobre, y se dedicaban todos a la música. La madre era pianista, y el padre tocaba la guitarra en conjuntos folklóricos.
Muy jovencito Oscar se unió a la banda familiar, que buscando fama y fortuna viajó a Buenos Aires. Tocaron en el entonces Parque Japonés (estrenado en 1911 en Libertador y Callao donde luego estuvo el Ital Park, actual Parque Tays) y en el Luna Park.
Empezaron un tour por Brasil, que terminó en tragedia. La madre murió y el padre se suicidó dejando a sus hijos perdidos en Brasil. Oscar se empezó a ganar la vida tocando la guitarra y bailando en la ciudad de Santos. Cuando pudo se compró una guitarra y formó un dueto con el músico Gastón Bueno Lobo. El famoso comediante Pablo Palitos los trajo a Buenos Aires, donde Oscar conoció el tango y lo agregó a su repertorio. Tocó con Agustín Magaldi, Carlos Gardel y Enrique Santos Discépolo.
Pero un momento crucial en su vida fue cuando en 1929 el trío que habían formado viaja a Europa. Termina en París contratado por… Josephine Baker (¡!) para dirigir su banda The Baker Boys.
Allí conoció al que es considerado el competidor, con Alemán, del título de más grande guitarrista de jazz de la historia, Django Reinhardt. Ya hablaremos de él. Los dos se hicieron amigos, tocaban juntos, y Alemán se metió de lleno en el jazz que en esos años estaba haciendo furor en el mundo. ¿Gente con la que tocó? Eddie Lang, Louis Armstrong, Duke Ellington (de quien también se hizo amigo). La diversión se terminó en 1939 cuando los alemanes invadieron Francia. Huyendo de la II Guerra Mundial, Alemán volvió a Argentina.
Acá continuó tocando, formó bandas pero de a poco su fama se fue opacando. Tuvo un revival en 1972, pero también se ganó la vida dando clases de guitarra. Aparecía en la televisión, en los programas “de interés general”. En su show hacía cosas como seguir tocando con la mano derecha mientras con la izquierda se arreglaba el moñito, cambiar en el medio de la melodía a tocar con la zurda, tocar con la guitarra en la espalda… en fin era como que la guitarra era parte de él. Showman, siempre con una enorme humildad a pesar de haber tocado con los monstruos mundiales no solo del jazz sino de la música. Viendo tanto piojo revivido en la TV uno se acuerda de la famosa frase del autodidacta autóctono Teto Medina, “En Argentina no queda más farándula”.
Murió en relativo olvido en Buenos Aires en 1980 a los 71 años. Aquí formó pareja con la actriz Carmen Vallejos, con quien tuvo una hija. Sin embargo, su apellido fue tomado como parte del nombre artístico de otra hija de Vallejos de un matrimonio anterior, Selva Alemán. Hoy una nieta de Oscar, Jorgelina Alemán, sigue la tradición familiar del jazz.
Cuenta la leyenda que cuando Frank Sinatra vino a la Argentina en 1981, por el único músico argentino que preguntó fue justamente por Oscar Alemán.
Les dejamos un temazo de jazz de 1930, Bye Bye Blues. La grabación es de 1943, con Oscar Alemán (guitarra), Dario Quaglia (guitarra); Guillermo Oliva (violín); Anders Alvarez (bajo); Ramon Caravaca (batería).
Peace. Jazz. Out
WEG