Viernes 1 de diciembre de 2017
Tema: Eternal Father Strong to sabe Artista: Christian Praise Chorus
Y todavía es viernes en gran parte del mundo…
Acá estamos, en plena recuperación. Y en esta semana nos fue confirmada una muy triste noticia, referida a la suspensión de la búsqueda de sobrevivientes del submarino San Juan.
Para nuestros corresponsales extranjeros, el San Juan era un submarino diésel-eléctrico de la Armada Argentina, que se perdió en el Atlántico el 15 de noviembre pasado. Hoy se determinó que se interrumpieran las operaciones de rescate, y se sigue con la búsqueda.
Obviamente, el coro de inútiles argentos, ayudados por el gobierno que peor comunica en la historia de la humanidad dijo “!Cómo van a dejar de buscarlos¡” No, se sigue buscando. Lo que ya no es esperado es el rescate de sobrevivientes. El submarino llevaba 44 tripulantes, entre ellos la única submarinista de la Armada Argentina.
Sin querer aportar al exceso de tonterías que se ha dicho sobre este tema, como hermano de militar de carrera me permito opinar que nunca hay que decir de estos marinos “pobres” o “pobrecitos”. Obviamente que todos queríamos y pensábamos que iban a sobrevivir, y que cuando salieron de Ushuaia pensaban que iban a llegar a Mar del Plata a sus familias. Pero, navegar un submarino es algo SIEMPRE peligroso. No es un monopatín. Y ya se sabrá si hubo coimas, si las baterías estaban mal arregladas, ya habrá tiempo.
Pero los 44 marinos eran profesionales. Era lo que hacían. Era su vida, se habían esforzado, habían luchado por el privilegio de navegar en uno de los tres submarinos que tenía la Argentina. Nunca es lindo que alguien se muera… ponele… pero la lástima guardémosla para los que mueren en accidentes de auto, o víctimas de un asalto, un secuestro, o la desidia de un médico.
Y buscando algo al respecto, por supuesto encontramos. Porque, and I digress, la Iglesia Católica tiene más años, tiene a los Doctores de la Iglesia, tiene al Vaticano, tiene una hinchada enorme (1.290.000.000, un 17% de los habitantes del mundo) y tiene por sobre todo, resiliencia. Porque si ha sumado unos 1700 años de existencia (nop, en los siglos I a III no existía) A PESAR de los católicos que la componen (quien habló de Bergoglio?), evidentemente algo tiene.
Y nosotros los protestantes, ahí andamos. Humildemente, creyendo que los dogmas están muy bonitos pero para salvarte no los necesitás y jugando de atrás. Pero donde es robo, donde no hay competencia, donde es una victoria apabullante es en los himnos. Pobre Iglesia Católica, no tiene ni para sacar un empate de local.
Ya tuvimos un viernes:
El himno fue escrito en 1860 por William Whiting, y la música que le conocemos es de John B. Dykes. Como todo himno tan popular y difundido, tiene múltiples versiones especialmente para diversas especialidades: submarinos, marines, guardacostas, etc. Esta es la versión con la letra original, interpretada por el Christian Praise Choir.
El autor tuvo la oportunidad, el privilegio, de visitar el monumento a los Caídos en el Mar en Laboe, Kiel, Schleswig-Holstein, Alemania. En uno de sus patios hay una placa dedicada a todos los submarinos de la US Navy que no volvieron de sus misiones durante la Segunda Guerra Mundial. Y la placa dice “Still on patrol”.
Para los 44 del San Juan, todavía de patrulla.
Acá estamos, en plena recuperación. Y en esta semana nos fue confirmada una muy triste noticia, referida a la suspensión de la búsqueda de sobrevivientes del submarino San Juan.
Para nuestros corresponsales extranjeros, el San Juan era un submarino diésel-eléctrico de la Armada Argentina, que se perdió en el Atlántico el 15 de noviembre pasado. Hoy se determinó que se interrumpieran las operaciones de rescate, y se sigue con la búsqueda.
Obviamente, el coro de inútiles argentos, ayudados por el gobierno que peor comunica en la historia de la humanidad dijo “!Cómo van a dejar de buscarlos¡” No, se sigue buscando. Lo que ya no es esperado es el rescate de sobrevivientes. El submarino llevaba 44 tripulantes, entre ellos la única submarinista de la Armada Argentina.
Sin querer aportar al exceso de tonterías que se ha dicho sobre este tema, como hermano de militar de carrera me permito opinar que nunca hay que decir de estos marinos “pobres” o “pobrecitos”. Obviamente que todos queríamos y pensábamos que iban a sobrevivir, y que cuando salieron de Ushuaia pensaban que iban a llegar a Mar del Plata a sus familias. Pero, navegar un submarino es algo SIEMPRE peligroso. No es un monopatín. Y ya se sabrá si hubo coimas, si las baterías estaban mal arregladas, ya habrá tiempo.
Pero los 44 marinos eran profesionales. Era lo que hacían. Era su vida, se habían esforzado, habían luchado por el privilegio de navegar en uno de los tres submarinos que tenía la Argentina. Nunca es lindo que alguien se muera… ponele… pero la lástima guardémosla para los que mueren en accidentes de auto, o víctimas de un asalto, un secuestro, o la desidia de un médico.
Y buscando algo al respecto, por supuesto encontramos. Porque, and I digress, la Iglesia Católica tiene más años, tiene a los Doctores de la Iglesia, tiene al Vaticano, tiene una hinchada enorme (1.290.000.000, un 17% de los habitantes del mundo) y tiene por sobre todo, resiliencia. Porque si ha sumado unos 1700 años de existencia (nop, en los siglos I a III no existía) A PESAR de los católicos que la componen (quien habló de Bergoglio?), evidentemente algo tiene.
Y nosotros los protestantes, ahí andamos. Humildemente, creyendo que los dogmas están muy bonitos pero para salvarte no los necesitás y jugando de atrás. Pero donde es robo, donde no hay competencia, donde es una victoria apabullante es en los himnos. Pobre Iglesia Católica, no tiene ni para sacar un empate de local.
Ya tuvimos un viernes:
- Nearer my God to thee http://www.esviernes.com.ar/05042012.html
- Amazing Grace: el 17 de noviembre, todavía no está en el site.
El himno fue escrito en 1860 por William Whiting, y la música que le conocemos es de John B. Dykes. Como todo himno tan popular y difundido, tiene múltiples versiones especialmente para diversas especialidades: submarinos, marines, guardacostas, etc. Esta es la versión con la letra original, interpretada por el Christian Praise Choir.
El autor tuvo la oportunidad, el privilegio, de visitar el monumento a los Caídos en el Mar en Laboe, Kiel, Schleswig-Holstein, Alemania. En uno de sus patios hay una placa dedicada a todos los submarinos de la US Navy que no volvieron de sus misiones durante la Segunda Guerra Mundial. Y la placa dice “Still on patrol”.
Para los 44 del San Juan, todavía de patrulla.
Peace. Eternal. Out.
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