Viernes 15 de Febrero de 2013
Tema: Don't let me be misunderstood Artista: Santa Esmeralda
Y seguimos con nuestra semana de Tarantino.
Don’t let me be misunderstood es un tema de 1964, que cantaba Nina Simone en su estilo lánguido y con acompañamiento de arpa. En 1965 The Animals (eh?) lo transformó en blues rock. Y quedó allí hasta la década del 70.
Allí entra en escena el grupo franco/americano Santa Esmeralda que le agrega tempo de disco, lo hace flamenco, latino, o algo así, y lo tira a la euforia disco de la época. Notablemente tiene mucho éxito llegando a varios charts de la época. Música habitual de fiesta de casamiento, dado que si se lo analiza es imposible bailarlo sin un importante grado de alcohol y un grado aún más importante de inmunidad al bochorno. Lo más notable es que es un tema muy triste, sobre un chico que lamenta haber perdido a su amor a causa de sus falencias humanas. Y la mina lo largó igual, siempre lo mismo!
El inicio rítmico del tema ha sido usado en muchos programas deportivos del mundo, incluyendo alguno en Argentina, que el autor en este momento no recuerda. Si es que vale la pena recordarlo.
Pero… viene Tarantino y lo incluye en Kill Bill I. A partir de ahí tiene un renacer como muchos de los temas que revive Quentin. Y ahora lo conocen todos.
El original duraba unos interminables 16 minutos. Tampoco es para tanto. Por eso hoy se los dejamos en la versión del soundtrack de Kill Bill.
Peace.Kill.Bill.Out.
WEG
Don’t let me be misunderstood es un tema de 1964, que cantaba Nina Simone en su estilo lánguido y con acompañamiento de arpa. En 1965 The Animals (eh?) lo transformó en blues rock. Y quedó allí hasta la década del 70.
Allí entra en escena el grupo franco/americano Santa Esmeralda que le agrega tempo de disco, lo hace flamenco, latino, o algo así, y lo tira a la euforia disco de la época. Notablemente tiene mucho éxito llegando a varios charts de la época. Música habitual de fiesta de casamiento, dado que si se lo analiza es imposible bailarlo sin un importante grado de alcohol y un grado aún más importante de inmunidad al bochorno. Lo más notable es que es un tema muy triste, sobre un chico que lamenta haber perdido a su amor a causa de sus falencias humanas. Y la mina lo largó igual, siempre lo mismo!
El inicio rítmico del tema ha sido usado en muchos programas deportivos del mundo, incluyendo alguno en Argentina, que el autor en este momento no recuerda. Si es que vale la pena recordarlo.
Pero… viene Tarantino y lo incluye en Kill Bill I. A partir de ahí tiene un renacer como muchos de los temas que revive Quentin. Y ahora lo conocen todos.
El original duraba unos interminables 16 minutos. Tampoco es para tanto. Por eso hoy se los dejamos en la versión del soundtrack de Kill Bill.
Peace.Kill.Bill.Out.
WEG